En el tránsito de la Economía del Conocimiento a la Cuarta Revolución Industrial. Aproximaciones al transhumanismo desde la perspectiva de la Ecología de los Medios

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Octavio Islas
http://orcid.org/0000-0002-6562-3925
Amaia Arribas
https://orcid.org/0000-0001-9452-8364

Resumen

Resumen


El artículo tiene el objetivo de explorar el recorrido histórico de la economía del conocimiento, el surgimiento de la inteligencia artificial y su relación con la Ecología de los Medios. Para ello, en la primera parte del texto referimos cómo dio inicio la Economía del Conocimiento, y describimos las grandes revoluciones tecnológicas y científicas que la hicieron posible. En la segunda parte destacamos el papel que admite la Inteligencia Artificial y, en general, las tecnologías de frontera, en el tránsito y desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial.


En la tercera parte explicamos cuál es el objeto de estudio de la Ecología de los Medios, para fundamentar, desde esa compleja metadisciplina, argumentos transhumanistas que afirman la necesidad de incorporar en el cuerpo humano avanzados dispositivos tecnológicos para poder asegurar la supervivencia del hombre en el imaginario de los ambientes que podría depararnos el desarrollo de la Superinteligencia Artificial.


 

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Detalles del artículo

Cómo citar
Islas, O., & Arribas, A. (2019). En el tránsito de la Economía del Conocimiento a la Cuarta Revolución Industrial.: Aproximaciones al transhumanismo desde la perspectiva de la Ecología de los Medios. Razón Y Palabra, 23(104), 4–29. Recuperado a partir de https://revistarazonypalabra.org/index.php/ryp/article/view/1408
Sección
Varia
Biografía del autor/a

Octavio Islas, Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Octavio Islas (México). Licenciado en sociología, maestría en comunicación y desarrollo, maestría en administración de tecnologías de información, doctorado en ciencias sociales.

Catedrático e investigador en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Se desempeñó por más de 20 años como director del Proyecto Internet del Tecnológico de Monterrey, donde realizó los sitios web de Presidencia de la República, Senado de la República, Cámara de Diputados, Pemex, entre otros. Fundador de la revista científica Razón y Palabra, la primera en el ciberespacio iberoamericano en temas de comunicación. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Conacyt, México, Nivel 2),

 

Libros publicados (16). Textos publicados en revistas científicas con arbitraje (85). Capítulos publicados en libros (54). Textos publicados en revistas de divulgación (224). Ha publicado 646 columnas en los diarios y semanarios más importantes en México (Proceso, Siempre!, El Universal, La Jornada, Excélsior, El Financiero).  Citas Google Scholar (1,142).

Ha sido asesor de 4 tesis de licenciatura, 10 tesis de maestría, 6 de doctorado.

Fue director de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de Comunicación (ALAIC), presidente de la Cátedra Itinerante de Nueva Teoría Estratégica (CiNTE).

Ha dictado conferencias magistrales, seminarios, talleres y ponencias en 22 países.

Amaia Arribas, Universidad de Los Hemisferios, Quito, Ecuador.

Doctora en Ciencias de la Información. Directora de la Maestría en Comunicación Estratégica en la Universidad de Los Hemisferios, Quito, Ecuador.

Citas

Octavio Islas (México). Doctor en ciencias sociales. Autor y coordinador de 17 libros, 55 capítulos en libros, 85 textos publicados en revistas científicas con arbitraje, y más de 700 textos periodísticos. Fundador de la revista web científica Razón y Palabra. Su cuenta de correo electrónico es joseoctavio.islas@gmail.com ORCID: 0000-0002-6562-3925
Amaia Arribas (España). Doctora en Ciencias de la Información. Directora de la Maestría en Comunicación Estratégica en la Universidad de Los Hemisferios, Quito, Ecuador. Su cuenta de email es: amayaa@uhemisferios.edu.ec ORCID: 0000-0001-9452- 8364.
Alvin Toffler –de origen judío- falleció el 27 de junio de 2006. En el libro La Tercera Ola, publicado en 1980, anticipó la figura de los prosumidores, así como los medios desmasificadores.
Ese hecho permitió confirmar las predicciones de Arthur Clarke sobre la viabilidad de los satélites artificiales. Hasta entonces Clarke había sido considerado un autor de ciencia ficción. Clark fue el guionista de la cinta 2001, Odisea del Espacio, dirigida por Stanley Kubric.
En las primeras líneas del libro La aldea global, cuya primera edición en inglés fue publicada en 1989, Bruce Powers refirió las palabras de Marshall McLuhan sobre la llegada del hombre a la Luna: “Cuando viajamos a la Luna, dijo, esperábamos obtener fotografías de cráteres; sin embargo, obtuvimos fotografías de nosotros mismos. Viaje egocéntrico. Amor por sí mismo”. (McLuhan y Powers, 1995, p.17).
El concepto de aldea global lo introdujo Marshall McLuhan en 1962 en el libro La Galaxia de Gutenberg. La génesis del hombre tipográfico.
La odisea científica inclusive nos ha permitido comprender mejor la creación del universo, la posibilidad de reconocer la existencia de universos paralelos y la décima dimensión (Kaku, 1996). La gran asignatura pendiente, de mayor complejidad aún, radica en poder concluir los trabajos que Albert Einstein inició en la elaboración de la Teoría del Campo Unificado, la cual responde a la necesidad de explicar todas las leyes de la naturaleza. En la comprensión del hiperespacio -afirma Kaku- radica la posibilidad de desvelar los secretos más profundos de la naturaleza y el universo.
En China, mediante un extenso sistema de vigilancia al detalle, el Estado observa y califica el comportamiento ciudadano deseable -el Citizen Score- a través de registros. Los comportamientos que no desea el Estado son sancionados mediante la sustracción de puntos. La puntuación además es visible para todos los ciudadanos.
Al momento de realizar la respectiva consulta, Interbrand aún no había dado a conocer la relación de las marcas más valiosas en 2019.
En la edición 2019, Amazon fue considerada la marca más valiosa.
En 2017, en una de las reuniones del Foro Económico Mundial en Davos, Oxfam, una confederación internacional de organizaciones para la cooperación y el desarrollo, denunció que ocho personas en el planeta poseían una riqueza equivalente a la mitad más pobre.
De facto, hoy solo disponemos de un motor de búsqueda (Google), una sola red social (Facebook) -la cual además se ha adueñado de WhatsApp, el principal servicio de mensajería y telefonía y voz sobre el protocolo de Internet (VOIP)-, un único servicio de canales de video (YouTube), un solo sevicio de mensajes breves (Twitter), un solo centro comercial virtual (Amazon), y tres proveedores de sistemas operativos (Microsoft, Apple y Google).
Las posibles aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) son de interés prioritario para las marcas emblemáticas en la Economía del Conocimiento.
La Inteligencia Artificial (IA) opera a partir de una de las metodologías favoritas de Marshall McLuhan: el reconocimiento de patrones, el cual parte de establecer principios posibles de estructuración en los datos. Mediante grandes volúmenes de información (Big Data), los algoritmos permiten integrar información heterogénea y proceden a identificar tendencias.
En Google designan con el término moonshot a todas aquellas tecnologías capaces de cambiar al mundo, consideradas ayer como imposibles.
La reciente edición del OpenText Enterprise World reunió a miles de clientes, líderes empresariales y desarrolladores de OpenText, y contó con la participación de un centenar de conferencistas y algunas celebridades, como Peter Gabriel, quien fue cantante del grupo de rock progresivo Genesis en su primera época.
El 30 de abril de 1993, Tim Berners-Lee y algunos directivos del CERN -la Organización Europea para la Investigación Nuclear- donde Berners-Lee precisamente concibió y desarrolló la World Wide Web, dieron a conocer su determinación de no ejercer ningún derecho de patente sobre la web. Ello definitivamente posibilitó el impresionante desarrollo de Internet.
En septiembre de 2018, Berners-Lee exhibió la primera aplicación de Solid, la cual pretende ofrecer un sencillo acceso a todos los datos del usuario, incluyendo chats, música, videos, etc., como si se tratara de un servicio que integra las aplicaciones de Gmail, Google Drive, Slack y WhatsApp. La diferencia que establece Solid radica en poder asegurar al usuario que en todo momento tiene el control de su información.
Las revoluciones industriales han propiciado profundos reordenamientos en el mundo. La primera derivó de la máquina de vapor y el ferrocarril. La segunda partió de la electricidad, el petróleo y los motores de combustión interna. La tercera comprendió el desarrollo de la energía nuclear, la conquista del espacio, el desarrollo de la computación. Cada cambio de paradigma ha generado significativas aceleraciones históricas y, por supuesto, sensibles discontinuidades en la línea del tiempo.
Las máquinas inteligentes fueron anticipadas por Alan Turing y Norbert Wiener, entre otros. En 1996, Deep Blue, la computadora desarrollada por IBM, venció a Gary Kasparov, entonces el campeón mundial de ajedrez. En 2011, Watson, de IBM, venció a los mejores jugadores de Jeopardy. En 2016 Deep Mind, de Google, derrotó al mejor jugador de Go en el mundo. En 2017 Libratus, un programa de IA desarrollado por la Universidad de Carnagie Mellon, venció a los mejores jugadores de póker en el mundo. En 2017, AphaGo Zero, desarrollado por Deep Mind, alcanzó el más alto nivel de Go sin la introducción de ningún dato humano, simplemente aprendiendo por sí mismo a jugar. La IA es la capacidad de las máquinas para usar algoritmos, “aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones” (Rouhiainen, 2018, p.17).
La introducción de la IA y los robots en la vida cotidiana de nuestras sociedades -tema que, entre otros, fue anticipado por Isaac Asimov-, no solo nos obligará a replantearnos los modelos económicos observados hasta nuestros días. Las repercusiones que tendrá la 4RI, además nos obligarán a cuestionar los modelos políticos y sociales que hemos ensayado hasta nuestros días. Los efectos colaterales de la IA, incluso hoy presente en el arte, serán profundos.
En la agricultura de precisión, el empleo de la IA supone el acceso a mejor información, el empleo de drones, tractores autónomos, etc. Los robots agricultores, denominados agbots, pueden asegurar las cosechas en tiempos récord.
El aprendizaje automático comprende tres tipos posibles de aprendizaje: el basado en tareas (aprendizaje supervisado), el basado en datos (aprendizaje no supervisado), el de refuerzo (aprendizaje que permite reaccionar a su entorno). Además, existe el aprendizaje profundo, el cual permite resolver problemas muy complejos que incluyen grandes cantidades de datos. Este se produce mediante redes neuronales artificiales que se organizan en capas para reconocer relaciones y patrones complejos de datos. Facebook utiliza el aprendizaje profundo, el cual le permite, entre muchas otras operaciones, realizar un promedio de 4,500 millones de traducciones diarias. ¿Cuántas personas se necesitarían para poder efectuar diariamente tal número de traducciones?
El autómata capaz -afirma Serrano- es el superagente autónomo, capaz de enfrentar problemas no previstos en su diseño y entrenamiento. Capaz de aprender de sus experiencias y errores como cualquier ser inteligente -los autómatas no tienen que ser perfectos, como tampoco lo son las personas-. (2018, p.30).
Los riesgos de la automatización fueron anticipados por Marshall McLuhan en el último capítulo del libro Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano, cuya primera edición en inglés fue publicada en 1964.
El texto original es el siguiente: “It is the study of media environments, the idea that technology and techniques, modes of information and codes of communication play a leading role in human affairs. Media ecology is the Toronto School, and the New York School. It is technological determinism, hard and soft, and technological evolution. It is media logic, medium theory, mediology. It is McLuhan Studies, orality–literacy studies, American cultural studies. It is grammar and rhetoric, semiotics and systems theory, the history and the philosophy of technology. It is the postindustrial and the postmodern, and the preliterate and prehistoric”.
En la Universidad de Toronto, McLuhan reconoció la importancia del evolucionismo darwiniano a través de la obra de Pierre Teilhard de Chardin, religioso jesuita, paleontólogo y filósofo francés, quien con notable anticipación advirtió la importancia que admitirían los sistemas de medios audiovisuales y las redes de computadoras. Teilhard de Chardin introdujo el concepto de noosfera. Debido a su avanzado pensamiento, la Iglesia le prohibió difundir su obra. Los extensos volúmenes de sus escritos fueron publicados después de su muerte, ocurrida en 1955. Sin duda alguna, el pensamiento de Pierre Teilhard de Chardin fue determinante en el trabajo intelectual de Marshal McLuhan. Y por supuesto Darwin representa una importante influencia teórica en la Ecología de los Medios.
Los riesgos de la irreversibilidad evolutiva fueron anticipados por el paleontólogo Louis Dollo, quien hace más de dos siglos concluyó que la evolución no es reversible, y que ningún organismo puede retornar, aunque sea parcialmente, a un estado evolutivo previo en el árbol evolutivo de sus ancestros- El hombre solo puede saltar hacia adelante, evolucionando a un estadio superior, diferente.